Crear una fabrica e industria desde cero
Hay muchos factores a considerar al iniciar una fábrica desde cero.
El primer paso es determinar tipo de industria y producto o productos que producirá la fábrica.
Luego, se debe elegir la ubicación de la fábrica.
La fábrica debe estar situada cerca de las materias primas necesarias para la producción, así como cerca de los mercados potenciales para los productos terminados.
Una vez elegida la ubicación, se debe diseñar y construir la fábrica.
El diseño de la fábrica y el tipo de maquinaria necesaria dependerán de los productos a producir. Finalmente, la fábrica debe contar con trabajadores que tengan las habilidades necesarias para operar la maquinaria y producir los productos.
Tipos de fábricas
Existen diferentes tipos de fábrica dependiendo de los productos que tratan y sus productos finales. Se dividen en dos grandes clases: fábrica pesada y fábrica ligera.
Fábrica pesada
La fábrica pesada es aquella que se dedica al tratamiento de materias primas para convertirlas, generalmente en productos semielaborados y pocas veces en productos finales para consumo directo. Las fábricas pesadas se caracterizan por ser de gran tamaño y albergar una gran cantidad de máquinas. Estas fábricas también se conocen como plantas industriales. Algunos ejemplos de fábricas pesadas son:
- Químicas: producen químicos como fertilizantes, pintura y componentes sintéticos.
- Metalúrgica: se especializan en el tratamiento de metales.
- Siderúrgica: se dedican a convertir el acero en hierro.
- Cementera: transforman las rocas en cemento y cal.
Fábrica ligera
La fábrica ligera es aquella que procesa la materia prima o materiales intermedios en productos de consumo directo. Las fábricas ligeras se caracterizan por ser de menor tamaño e incluyen tanto máquinas como recursos humanos. Algunos ejemplos de este tipo de fábricas son:
- Textiles: fabrican prendas de vestir.
- Yiyecek: generan alimentos.
- İlaç: producen medicamentos.
Fábricas por sistemas de producción, plantas industriales
Las fábricas también se clasifican según su funcionamiento dividiéndose en los siguientes tipos de procesos:
- Continuo: no existe descanso y mantiene una producción de 24 horas, por ejemplo, las refinerías de petróleo.
- Repetitivo: la línea de producción se gestiona por lotes, por ejemplo, fábricas textiles y automotrices.
- Intermitente: los productos que elabora son a pedido del cliente después de la emisión de una orden de compra, por ejemplo, fábricas de turbinas, buques o aviones.